Atardecer

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jueves, 16 de enero de 2014

Explotación Infantil



Explotación infantil se refiere al trabajo de niños en cualquier sistema de producción económica de un país, una región y en el mantenimiento económico de un grupo o clan familiar. La explotación infantil es un hecho que azota en especial a países en vías de desarrollo, pero en el mismo se ven implicados los países industrializados. También se le denomina trabajo infantil.
 Concepto 
 Se puede hablar estrictamente de "explotación infantil" en los siguientes casos: Todos los niños y niñas menores de 16 años que desempeñan cualquier actividad económica de producción que afecta su desarrollo personal o el que disfrute de sus derechos. Niños y niñas que son obligados a mantener un constante trabajo para que después le quiten los ingresos recaudados. Niños y niñas en edades comprendidas entre los 12 y los 14 años que realizan cualquier trabajo que implique un riesgo y sea evidentemente peligroso. Todos aquellos menores de edad que son víctimas de las peores formas de explotación infantil como las siguientes: Niños y niñas víctimas del tráfico (drogas, armas,...) Que sufren cualquier forma de esclavitud Obligados a prostituirse. Reclutados por la fuerza, obligados o inducidos a realizar actividades ilegales o que amenazan su integridad. Es pertinente el uso del concepto "explotación infantil" en vez del genérico de "trabajo infantil" en la medida en que existen formas de trabajo en las que participan niños, niñas y adolescentes y que no necesariamente implican formas de explotación o abuso, como son los trabajos formativos propios de las culturas ancestrales o el trabajo vacacional (temporal) de colegiales en las sociedades urbanas. En este sentido vale la pena recordar los artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: Artículo 3 Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Artículo 25, 2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales.

Causas 

Las razones son múltiples:
Marginación social y extrema pobreza: la familia en general carece de las condiciones necesarias de subsistencia y hace que los niños trabajen para mantener la economía familiar. Esta situación solo puede resolverse con una decidida voluntad estatal de desarrollar a la nación y proteger la familia.
Redes de explotación infantil: múltiples redes del crimen organizado trabajan en todo el planeta para usar a los niños y niñas en sus propósitos económicos, como la mendicidad y la prostitución.
Conflictos armados: en situaciones desastrosas de orden público, los niños y las niñas son víctimas de todo tipo de abuso.
Por presión del grupo de pares: algunos niños y adolescentes trabajan por acompañar a sus amigos, sus ganancias son utilizadas para cubrir sus propias necesidades, pero por el gusto de manejar dinero se van quedando mayor tiempo en las calles, adaptándose a las vivencias de la calle.
Por negligencia de sus padres: Esto es un acto de irresponsabilidad paterna. Es muy frecuente en padres adolescentes.
Por orfandad: Esto se da cuando los niños o adolescentes son huérfanos y no tienen como sostenerse (esto tiene que ver algo con la mendicidad).


Cifras

Los reportes de la UNICEF dicen que alrededor de 346 millones de niños y niñas son sujeto de explotación infantil en el planeta y al menos tres cuartas partes (171 millones) lo hacen en condiciones o situaciones de peligro. Sin embargo, según el reporte "Protección infantil contra el abuso y la violencia: Explotación infantil" de Unicef, el 70% de los niños y niñas trabajadores del mundo lo hacen en el sector de la agricultura.
Por otra parte más de 50 países reclutan a menores de 18 años y los arman para la guerra (2006).


Erradicación de la Explotación Laboral Infantil

En América Latina se estima que cerca del 70% de niños y niñas que trabajan lo hacen en el sector rural. Si bien la agricultura, ya sea familiar de subsistencia o comercial, puede no ser una actividad peligrosa en sí misma, hay muchos niños, niñas y adolescentes que trabajan en este sector en situación de riesgo y en muchos casos de extrema explotación.
En determinadas condiciones, el trabajo infantil en la agricultura puede implicar explotación infantil, así como riesgos físicos, debido a la manipulación de herbicidas y pesticidas, al uso de maquinaria pesada o instrumentos punzo-cortantes, por adversidades climáticas y muchas veces por largas jornadas de trabajo. Los niños y niñas se exponen también a violencia en lugares de trabajo por parte de los adultos con consecuencias psicológicas como el abuso y el estrés ocasionado por la presión de cumplir con determinadas cuotas de producción.
Todo esto lleva a que muchos de ellos abandonen la escuela, o deban combinar el estudio con largas jornadas en el campo lo que afecta seriamente su rendimiento educativo y por tanto su formación.
La ONU y la erradicación del trabajo infantil

La eliminación del trabajo infantil ha sido una de las prioridades de las organizaciones de las Naciones Unidas desde sus inicios, a fin de prevenir y combatir la explotación infantil.
Desde sus inicios la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de las Naciones Unidas ha basado su acción en la estipulación de la edad mínima de admisión al empleo como criterio para definir y reglamentar el trabajo infantil. También promueve un enfoque flexible, que le permite a los países abordar progresivamente el problema a partir de estrategias orientadas al fortalecimiento de las capacidades nacionales y a la atención prioritaria de niños, niñas y adolecentes víctimas de las peores formas de trabajo infantil.
Además, en 1992 la OIT creó el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC, por sus siglas en inglés) una iniciativa de cooperación técnica dedicada exclusivamente a prevenir y combatir el trabajo de los niños y niñas. Es nuestro deber ayudar a estos niños que son utilizados injustamente para el beneficio de otros
Si bien en los ámbitos oficiales hay consenso en torno a estos objetivos, existen voces discrepantes como las de los movimientos de niños, niñas y adolecentes trabajadores que cuestionan el enfoque de erradicación del trabajo infantil, entre otras razones porque no considera las características culturales de muchos pueblos y naciones que integran el trabajo infantil como una estrategia pedagógica y de socialización, es un enfoque que criminaliza a quienes son víctimas de determinadas condiciones sociales y se resiste a considerar la opinión de quienes dice favorecer, esto es, de los niños, niñas y adolescentes trabajadores. En el Perú para el año 2001 se reportaban un promedio de 1'900,000 niños, niñas y adolescentes que trabajan de los cuales 664,000 como promedio los hacían en las calles de las ciudades más grandes del país. Como una de las estrategias principales surgió el Programa Educadores de Calle desde el Estado, aunque su cobertura más alta fue alcanzar la atención de 8.000 niños, niñas y adolescentes trabajadores de la calle.

Por qué no deben trabajar los niños

Las razones por las cuales los niños, no deberían trabajar son las siguientes:
El trabajo no permite al menor ser un niño o una niña, por ejemplo, no le da espacio para la lúdica, tiempo normal para los niños del mundo.
El trabajo atenta contra los derechos fundamentales del niño.
El trabajo puede poner en riesgo su salud mental y física, por ejemplo, existen labores que entorpecen el normal crecimiento (trabajar en un socavón) o atrofian su cuerpo.
El niño y la niña no tienen todavía el criterio para tomar decisiones, por lo tanto, el niño o la niña que trabaja están siempre obligados a ello. A no ser que los tutores de los niños consientan o les obliguen a trabajar a partir de los 16 años.
Los niños, niñas y adolescentes pierden tanto en el presente como en su futuro, las oportunidades que no se aprovechan hoy, serán las frustraciones de mañana. Como se señala en el Libro "Cicatrices de la Pobreza", hay personas que no superan el sentimiento de ser pobre y de no haber alcanzado sus metas. Muchos culpan su condición de pobres, incluso cuando son personas adultas.

Trabajos peligrosos

Los "trabajos peligrosos" se refieren a actividades que ponen en peligro la vida y la salud mental o física del trabajador. En cada nación del mundo deben existir legislaciones que garanticen la protección del obrero que realiza trabajos peligrosos y en cuanto a menores de edad, estos no pueden ser permitidos bajo ninguna circunstancia. Algunos de estos trabajos peligrosos son:
Explotación minera.
Trabajos que manipulan productos químicos, por ejemplo los pesticidas en la actividad agraria.
Manipulación de maquinaria pesada y peligrosa como materiales corta punzantes o eléctricos.
Trabajo en las diferentes construcciones de edificios.
Trabajos relacionados con acciones bélicas de todo tipo.
Trabajos que tienen que ver con manipulación de armas.

Trabajos sospechosos

Trabajos que no tienen un riesgo para la vida, pero que constituyen un abuso a los derechos del niño son aquellos que le exigen trabajar ocultos a la luz pública, en situaciones infrahumanas, en largas horas de trabajo y poca remuneración y que obstaculizan el normal desarrollo de su crecimiento. Entre ellos se pueden contar los siguientes:
Niños y niñas que trabajan en el servicio doméstico.
Niños y niñas que trabajan en plantaciones.
Niños y niñas que atienden negocios como camareros.
Niños y niñas que venden cosas en las calles.
Mendicidad infantil.

Trabajos contra la dignidad humana

Trabajos que atentan contra el normal crecimiento del niño y la niña y va en contra de su dignidad y respeto personal se convierten además en abuso infantil:
Prostitución.
Pornografía infantil.
Exhibicionismo.
Uso militar de niños.
El trabajo infantil desvirtúa la percepción de los niños, niñas y adolescentes, sus modelos a seguir por lo general son negativos y sus experiencias de vida, muchas veces les hacen dar mayor crédito a actitudes de riesgo y de mayor peligro

La explotación infantil por regiones

Aunque las cifras coinciden casi siempre con los países en vías de desarrollo o países pobres, los países industrializados están implicados en este drama debido a que en muchas ocasiones adquieren productos en los cuales los niños y las niñas de los países en vías de desarrollo trabajaron. Por otra parte la constante ola migratoria que llega a los países industrializados lleva consigo un alto número de menores de edad, muchos de los cuales viven en marginación en los países ricos y se ven obligados a trabajar para ganarse la vida.

Normativa internacional

Aunque para muchas personas parece claro que los niños y niñas no deben trabajar sino ir a la escuela, esto no refleja la realidad de la protección social que se da al niño en el mundo. Los sistemas judiciales de muchos países de la tierra son en general bastante indiferentes ante este drama y los porcentajes de niños y niñas trabajadores parece aumentar más que disminuir. La Organización Internacional del Trabajo fijó en su Convenio 138 que sólo los niños y niñas mayores de 12 años pueden trabajar pero solo en actividades que no "entorpezcan su formación". En algunos países el niño y la niña entre 12 y 18 años debe tener un permiso firmado de sus padres. Muchos países contemplan castigos judiciales a empresas que contratan niños y niñas, pero si bien estas son fáciles de controlar, las formas más degradantes de la explotación infantil están en manos del crimen organizado y actividades ilícitas.
Prevención de la explotación infantil

La voluntad política de los estados es la única forma de combatir este mal global, es decir, demandar a todo adulto que esté cometiendo este delito. Así se podrá evitar la explotación infantil. Ante todo los países industrializados deben comprometerse a no adquirir productos en los cuales se haya usado niños, pero deben comprometerse a la vez en ayudar al desarrollo de los países pobres y en vías de desarrollo para que los niños no sean obligados a trabajar. Los estados en vías de desarrollo deben hacer una opción.


 Día Mundial contra la Esclavitud Infantil.
Desde 1997, cada 16 de abril se celebra el Día Mundial contra la Esclavitud Infantil, para honrar la memoria del niño paquistaní Iqbal Masih, quien desde la más tierna infancia empezó a trabajar, teniendo apenas cuatro años de edad, y luego fue privado de la juventud y de la madurez al ser asesinado el 16 de abril de 1995, cuando sólo tenía 12 años.
Este niño alzó la voz contra la explotación de los más débiles en 1992, hastiado de una vida a la cual fue sometido sin consideración alguna por su condición de ser humano.
Tenía cuatro años cuando su padre, a cambio de un préstamo para pagar la boda de su hijo mayor, decidió entregar al pequeño Iqbal al propietario de una fábrica de alfombras. Desde entonces el pequeñó hubo de trabajar 12 horas diarias para saldar la deuda familiar. Sin embargo, con el paso del tiempo, la deuda no sólo no disminuía, sino que aumentaba con los intereses y con los nuevos préstamos que pedía su padre.
En 1992, cinco años después de que comenzara su particular infierno, Iqbal conoció a Ehsan Khan, un activista que luchaba por acabar con las condiciones de esclavitud en el trabajo. Siguiendo su ejemplo, el ya no tan pequeño paquistaní comenzó a denunciar las deplorables condiciones laborales en las que otros muchos niños como él trabajaban en los telares de alfombras, convirtiéndose en un héroe para ellos.
Este activismo se convirtió de inmediato en una molestia para aquellos empresarios que se lucraban con el trabajo infantil, y el 16 de abril de 1995 fue asesinado de un disparo mientras montaba tranquilamente en bicicleta.
No obstante su violenta y prematura muerte, Iqbal continúa siendo hoy día un símbolo de la lucha contra la explotación infantil, alguien cuyo ejemplo debe convocarnos a todos a tomar conciencia de que lamentablemente, todavía quedan en el mundo muchos pequeños que trabajan en condiciones de explotación, sólo para satisfacer las ansias de lucro particulares de un ínfimo porcentaje de la población mundial, todo para patrocinar un estilo de vida consumista, reñido con el más elemental sentido de humanidad.
Según datos publicados por UNICEF , 158 millones de niños y niñas de entre 5 y 14 años trabajan cada día en jornadas de hasta 15 horas diarias, durante las cuales apenas ven la luz del sol, expuestos a situaciones de explotación y maltrato. La Oficina Internacional del Trabajo (OIT) en su informe de 2010, reportaba de 215 millones de niños en esta situación. Estas estadísticas son refutadas por muchas ONGs, que las califican como “encubrimiento de la esclavitud”, y hablan de aproximadamente 400 millones de niños esclavos en todo el mundo.
Muchos de los niños que padecen esta situación son torturados, otros sufren deformaciones o dejan de crecer por las duras condiciones en las que viven diariamente o se convierten en empleados domésticos que valen menos que cualquier animal o son prostituidas o casadas a la fuerza. Igualmente, es preciso recordar a los menores soldados, así como aquellos sometidos a trabajos forzados en las minas o en la agricultura, sin olvidar a niños como Iqbal, que trabajan para saldar las deudas de sus progenitores.

LOS PAÍSES CON PEORES PRACTICAS LABORALES

Según Maplecroft76 países, de los 197 evaluados, permiten prácticas laborales con riesgos “extremos” para los menores. Esto supone un incremento del 10 por ciento con respecto a 2011, debido a la crisis económica y a la inseguridad financiera. Los conflictos en varias regiones del mundo, con un incremento de los refugiados, es otra de las principales razones.

  1. Birmania
  2. Corea del Norte
  3. Somalia
  4. Sudán
  5. R.D.Congo
  6. Zimbabwe
  7. Afganistán
  8. Burundi
  9. Pakistán
  10. Etiopía
 Maplecroft establece su ranking según la frecuencia y la dureza con la que los niños son expuestos al trabajo, así como las políticas de los gobiernos para evitar el empleo infantil. La Organización Internacional del Trabajo se ha puesto 2016 como frontera para terminar con las peores formas de trabajo infantil.

Fuentes:
http://www.carrodecombate.com/2012/06/12/pases-con-peores-prcticas-laborales/

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